domingo, 28 de octubre de 2012

Tribu Karavava Internacional II Parte

Tribu Caravana Internacional
II Parte

 
Continuando con el relato anterior, recordarán a breves rasgos que habíamos sacado al apuro un documento para la salida del país de una Kombinauta, también el plan B uso de las tarjetas de crédito en ruta había sido un fracaso, de todas maneras partimos por la Aloag  Sto Domingo que nos dio mucho susto, eso como resumen del relato anterior.
 
Como anécdota en ruta en la bajada Aloag Santo Domingo que es una vía completamente trabada llena de vueltas, el Copiloto o mejor dicho la Copiloto de la Máquina, una nena preciosa aproximadamente de unos 12 años, llamada Jeimy,  gracias al cinturón de seguridad se libró de salir disparada en una de esas vertiginosas vueltas, debido a que la puerta del pasajero se abrió repentinamente y tocó esperar hasta la próxima vuelta, para que la misma vuelva por si sola  a su lugar original, gracias a Dios no pasó de un gran susto.
 
Continuamos la vía a todo velocidad en la bajada con el afán de salir lo más pronto posible de la misma, por fin luego de una hora de vueltas apareció una recta, al parecer habíamos salido de tan ruda vía, pero nada que ver era un pequeño descanzo para seguir con más y más vueltas. Cuando de repente las kombis comenzaron a desarrollar mejor que nunca, lo que indicaba que estabamos prontos a finalizar este tormento, estabamos a una altura muy cercana al nivel del mar.
 
Aproximadamente una hora más tarde, es decir, 02h00am ya un poco cansados buscamos un lugar en el cual descanzar para retomar el viaje al día siguiente. Tras buscar y buscar un sitio seguro encontramos un pequeño restaurante que estaría abierto hasta las 06h00 am y que sin ningún problema nos dejaron estacionar y hacer nuestra primera parada. Así trranscurrió la madrugada.
 
Al día siguiente muy temprano casi con tres o cuatro horas de descanzo decidimos emprender largo viaje, por supuesto que no podía faltar la revisión de nuestras máquinas de sueños y la primera tanqueada para seguir sin problemas, la verdad a más de una batería sulfatada no se presentó por el momento más inconvenientes.
 
Avanzamos por las rutas maravillosas de Ecuador, como dice mi pana Che Carlitos comiendo kilómetros y kilómetros casi sin darnos cuenta, una información mal dada nos hizo llegar a Guayaquil, ruta errónea debido a que había sido necesario ir por Durán para tomar la vía adecuada, no quedó más que retornar casi una hora hacia atrás y volver a pagar los innumerables peajes que existen en las vías y todos de un dólar.  Llenos de ilusión por el desempeño de nuestras Kombis decidimos llegar hasta Puerto Bolivar, como dos o tres horas de dónde nos encontrabamos en esos momentos, el esfuerzo de manejar fue recompensado cuando vimos los hermosos paisajes del puerto de los cuales ya están publicadas las fotos. Ya eran aproximadamente las 16h00 en Puerto Bolivar, a esa hora almorzamos algo y los conductores decidimos dormir otro poco para seguir con el viaje, mientras que nuestros acompañantes conocían y paseaban a sus perritos por todo el malecón, cabe indicar que las Kombis formaditas seguían siendo una sensación, la gente se tomaba fotos los lugareños paraban y nos felicitaban, una cosa completamente diferente y emocionante para nosotros.
 
 
Comidos, Dormidos decidimos partir nuevamente, la ciudad de Machala estaba en reparación por lo que fue necesario bordearla para tomar el camino correcto, Che Carlitos (La Trola) conocía mejor la ruta lideró desde ese momento la Karvana, Patricio Sánche (La Máquina) segundo y cerrando la Karavana Freddy Morán (La Pecossa). Todos comenzamos a avanzar nuevamente hasta llegar a la frontera, un gran espectáculo diría yo, un lugar lleno de facilidades y muy lindo y tranquilo, registramos pronto la salida del Ecuador y la entrada a Perú, en ese instante Shakthi (Bella Patza) me preguntó si presentaba la cédula ecuatoriana o el pasaporte Alemán, yo le dije presenta el pasaporte y tras de ello le hicieron la salida del Ecuador y la entrada a Perú sin problema alguno, es decir, el escrito y los sustos pasados en Quito para la emisión del papel de autorización de salida del país no sirvió absolutamente para nada. El control de los animales tampoco fue hecho por que no había nadie que lo haga y peor aún el pago del SOAT temporal vigente en Perú. En tal caso la pasamos con toda suerte sin problema alguno, por supuesto las fotos no podían faltar.
 
 
 
Avanzamos entonces hacia nuestro destino Máncora, según Che Carlitos quedaba a dos horas más desde la frontera, pero no contabamos que la velocidad controlada por Patrullas de Caninos es de 35 Km/h, a esa velocidad más el cansancio de la manejada, lo aburrido de la travesía regresé a ver y mi pobre Copiloto y ya estaba ya cerrando sus ojitos, así que como un caballero le dije que se pase atrás y descance, la abrigué con un saco y continué el viaje esta vez en silencio, que error tan grande cometí, luego pagaría las consecuencias.
 
El camino parecía interminable, mis ojos ya se cerraban mientras iba haciendo cualquier cosa como cantar, bailar, orar para que el sueño no haga presa de mi, pero nada de eso fue lo suficientemente eficiente, en un momento comencé a ver borroso, casi como si cruzara los ojos, abrí las ventanas puse el radio a todo volúmen, encendía uno tras otro cigarrilla, los energizantes, pero naaada funcionaba, definitivamente tenía miedo de quedarme dormido.
 
En un momento la caravana se frena a un lado de la carretera en una obscuridad completa, lo primero que pasó por nuestas cabezas era que había sucedido algún problema mecánico, pero era que Che Carlitos (La trola) que había estado en iguales situaciones, asi que paró la caravana para tomar algo en la carretera, fumar un cigarrillo y conversar un poco, justo cuando la Caravana se había detenido cerré dos segundos los ojos y apenas los abrí estaba ya muy cerca de La máquina, motivo por el cual tocó frenar fuerte pero Gracias a Dios otro susto y nada más, me había quedado dormido estimo yo por dos segundos.
 
Nuevamente la pregunta cuánto falta Che Carlitos, ya una dos horas contestó, el cansancio era inevitable, el cuerpo ya no resistía pero el sueño tenía que llegar a buen termino asi que nuevamente valiente y llenos de ilusiones seguimos ruta. Pasó una hora y media más y ya no resistía así que decidí pasar a las Kombis detener la mia, bajarme del auto y lanzarme en una vereda, casi dándome por vencido por esta noche. Dije de aqui no me mueven pero la sorpresa fue cuando me hicieron leer un letrero que decía bienvenidos a Máncora. Así que subimos nuevamente a nuestros vehículos y al Kamping de una buena vez, ya quedaban 15 minutos para llegar, la hora 05h00 am. Mientras nos daban acceso al Kamping se hicieron las 05h30 hora de dormir, por fin a dormir.
 
El mismo día posiblemente 09h00 salté de la kombi y tomé mi cámara, el sitio era un espectáculo, estaba lleno de carpas, de gente tan descomplicada, una buena energía se podía sentir en el ambiente, asi que lo primero que hice es salir corriendo a ver el mar, un sitio realmente hermoso, lleno de vida, mucha gente haciendo deportes, las artesanías espectaculares, la gente muy amable pero el agua estaba helada, pero no importaba habíamos llegado a nuestro destino Aleluya al fin en el destino y todos completos.
 
 
Uno tras otros fueron saliendo de sus Kombis, hora del desayuno, que cosa maravillosa la comida, una absoluta delicia para el paladar, esa mañana tarde y noche dsfrutamos de la naturaleza, nadamos, corrimos por el mar, las fotos de rigor no podían faltar definitivamente, todo era alegría, los chistes iban y venían, los relatos de la ruta, las experiencias que habían pasado, en fin algo definitivamente espectacular. Un sueño que había pasado las espectativas, todos estabamos felices.
 
Regresamos al Kamping para bañarnos y salir de rumba, pero no fue necesario por que el espectáculo que allí vimos fue algo al estilo de los mejores teratros, un Francés comezó a tocar con su guitarra y cantar alguna canción que aunque no la entendí por el idioma, se escuchaba muy dulce, apareció entonces una chica que con una voz hermosa acompañaba la tonada, unos minutos después apareció otra persona quien en una caja hacía percusión y una chica bailaba como una bailarina profesional, así poco a poco se iban uniendo más artistas, de repente apareció un personaje con un bangio que fue la sensación, dominaba de tal manera el instrumento que todos aplaudíamos y tratabamos de bailar un poco, sorprendente, que bello ambiente, algo no comparable con nada que yo haya visto.
 
Una experiencia preciosa, pasaron un par de horas y con los sueños retrazados decidimos ir a descanzar.
 
Hasta mañana, un gran abrazo a mis amigos de la tribu  Amigos en Kombi
 
 
Esta historia continuará.....
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


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